Importancia y funcionamiento de una cámara de congelación
Los productos alimenticios perecederos han logrado llegar a innumerables lugares recorriendo largas distancias, y para lograr tal alcance, sólo es posible a través de una cámara de congelación que permita salvaguardar la calidad de los alimentos. No obstante, la industria alimenticia no ha sido el único sector productivo que ha depositado su confianza en estos equipos. Sectores como el farmacéutico o químico también pueden necesitar en una de sus etapas de frío una cámara de congelación como parte de sus procesos productivos.
Recordemos que el comercio de alimentos perecederos comprende un 60% del comercio mundial. Productos como la carne, pescados, frutas y hortalizas suponen los sectores que abarcan ese importante comercio, lo que convierte el uso de estos equipos de refrigeración como una cámara de congelación en una necesidad en las industrias, empresas, almacenes y comercios de estos productos.
Al igual que una cámara frigorífica, la cámara de congelación posee el mismo principio operativo. Opera a través de la extracción de calor del lugar cerrado y expulsado al medio ambiente, permitiendo así la conservación de los productos congelados o refrigerados. Estos equipos están conformados por un compresor, evaporador, válvula de expansión y un condensador.
Etapas de frío en una cámara de congelación
Mediante una cámara de congelación se logra que la cantidad de agua contenida en cualquier alimento sea este cárnico o vegetal pueda convertirse en hielo. Con esto, se logra preservar y mantener su integridad, minimizando cualquier alteración en cuanto a calidad y propiedades bioquímicas y microbiológicas. Sin embargo, temperaturas muy bajas pueden suponer un desgaste estético desfavorable al aspecto visual.
En ocasiones, podemos escuchar el término alimento rápidamente congelado, que se basa en un proceso acelerado de reducción de la temperatura del producto alcanzando una máxima cristalización en un tiempo sustancialmente corto. Su temperatura de equilibrio puede alcanzar aproximadamente -18 °C incluso puede llegar a ser mucho menor. También se le conoce como proceso de ultra congelado. Los productos refrigerados pueden ser almacenados con temperaturas ligeramente superiores a la de congelación pero con rangos óptimos para su conservación. La cámara de congelación debe poseer toda una serie de condiciones para así lograr mantener mucho más tiempo la calidad del producto.
Una cualidad muy importante de la cámara de congelación es el tipo de aislamiento del cual está conformada, ya que debe poseer una baja conductividad térmica combinado con un bajo nivel higroscópico. Químicamente debe ser neutra frente al contacto con otras sustancias. Además, debe estar fabricada con materiales resistentes a la tracción y compresión, sin dejar pasar por alto que debe ser incombustible.
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